Por Christina, voluntaria del retiro y estudiante universitaria
Como estudiante de último año de universidad, no soy exactamente un estudiante de secundaria, y sin embargo asisto al Consejo de Liderazgo Adolescente (TLC) como voluntario e intermediario para los estudiantes. Estas reuniones me han impresionado de innumerables maneras hasta ahora.
En primer lugar, los estudiantes conocen muy bien los signos de violencia doméstica y entienden cómo debe ser una comunicación sana. Los voluntarios que regresan parecen reconocer especialmente los signos de maltrato. Cuando se les plantearon situaciones en las que un compañero necesitaba apoyo, las sugerencias que dieron fueron algunas que yo, estudiante de cuarto curso de psicología, no sería capaz de concebir.
Sin embargo, la principal razón por la que considero que el TLC es un complemento vital para El Retiro es la incorporación de la cultura pop a sus lecciones. Durante nuestra primera reunión, los estudiantes pudieron rellenar un cartón de bingo con diferentes banderas rojas presentadas en varias escenas de series de televisión populares. Esto no sólo ayuda a los estudiantes de secundaria a relacionarse con el contenido que están aprendiendo, sino que también
les muestra que mucho de lo que se muestra en los medios de comunicación como favorable es mucho más insano de lo que la sociedad supone. Les permite familiarizarse con lo que es una relación tóxica o
y pueden ayudar a identificar estas señales de alarma en sus relaciones o en las de sus compañeros.
Independientemente del tipo de relación que mantenga un adolescente, es imprescindible que sepa establecer límites y reconocer las signos de abuso. El Retiro está aplicando enfoques de reducción de daños educando a los jóvenes sobre lo que deben tener en cuenta, al tiempo que sigue prestando apoyo a quienes se encuentran en relaciones abusivas.