Empecé a ser voluntaria en el refugio de The Retreat hace algo más de diez años. Había un director diferente y un espacio físico más pequeño. Los tiempos han cambiado y hay un nuevo director y el edificio se ha ampliado para ofrecer habitaciones más grandes, una gran cocina moderna y un gran patio de recreo al aire libre. Me recuerda que una media de 60% de los residentes del refugio son niños.
He desempeñado muchas funciones diferentes como voluntaria. Pero la que me ha resultado más gratificante es mi principal responsabilidad actual: llevar a nuestros clientes a Bridgehampton Commons para que compren ropa en The Retreat Boutique y para que compren alimentos en el supermercado. En estas salidas, transporto entre uno y diez individuos, adultos y niños.
Cuando yo, "el chófer", llevo a estas mujeres y las acompaño a las tiendas, aprendo muchísimo sobre quiénes son... su gusto por la ropa, su gusto por la comida y su capacidad para ayudarse y aconsejarse. Todas y cada una son únicas. Cualquier estereotipo que pudiera tener es falso y se rompe.
He conocido a muchas mujeres durante mi tiempo como voluntaria en El Retiro y he sido testigo de su enorme capacidad de crecimiento y cambio. Son una fuente de inspiración.