Una superviviente que se quedó con nosotros durante un largo periodo llegó con poco inglés, sin teléfono, con un hijo autista, un niño pequeño en un cochecito y más tarde dio a luz a un recién nacido prematuro (había tenido miedo de decirnos que estaba embarazada). Al final la ayudamos a encontrar una vivienda -a través de nuestro programa de viviendas de transición- y seguimos pagando su teléfono, la única forma que tiene de mantenerse en contacto con su consejero y su gestor de casos.

Idioma